Te peleas con los sucesos de tu vida luchando contra un enorme gigante que siempre te tumba al suelo. Quizás deberías poner a trabajar tus experiencias a tu favor.
En esta entrada al Blog te cuento desde una mirada Kabalistica cómo utilizar esos sucesos desagradables para subir estados de consciencia.
Imagino que será complicado leer esto despues de todo lo que has pasado o quizás estés pasando, pero debes saber que si escribo esto es para ayudarte y no para generarte más lucha mental, así que te invito a que te relajes un ratito y puedas tomarte un espacio para la reflexión.
Se que tus problemas consumen mucha energía de ti, y lo sé porque yo también he estado en esa frecuencia, es como un blucle que te absorbe y te hace repetir una sucesión de catastróficas desdichas, o al menos así lo percibe nuestra Mente -Ego.
Si me lees de tiempo, sabes que siempre en cada herramienta o información que te comparto te estoy recordando que somos una alma que tiene una mente y no al revés, y esto, perdona mi insistencia, seguirá ocurriendo hasta tanto dejes de pasarte por aquí a recordarlo, porque consigas tenerlo ya tan asimilado que no necesites siquiera leerme.
Y por qué mi insistencia, pues verás, porque este es un juego que has venido a ganar, y para ello debes conocer bien las reglas.
Cuando nos ocurren cosas ahí afuera, en la vida, tenemos la mala educación mental de condicionarnos con ellas sin saber sacar provecho a esas maravillosas circunstancias de contracción, esto nos ocurre porque solo percibimos la realidad desde el «Yo» o Mente -ego, y no desde la Mente superior conectada al alma.
Cuando surgió esta creación, lo hizo para que el alma tenga desde su propia voluntad y libre albedrío el deseo de recibir luz por su propia consciencia y necesidad, y esto es en realidad lo que todas las almas venimos a aprender, a llenarnos de la luz hasta volvernos a fusionar con ella como en el origen.
¿Ahora bien, cómo se da este proceso de llenado de nuestra vasija interior en este plano físico?
La kabalah nos recuerda que somos fractales de la luz creadora y que tenemos a su vez una luz interior, llamada Or Pnimi y una luz envolvente, llamada Or Makif. A través de esta estructura que nos fué dada, comienza nuestro trabajo espiritual en este plano.
Cuando nos ocurren cosas en la vida, estás suceden para ser aprovechadas para la evolución de los niveles de consciencia de nuestra alma.
Para ello, a través de estas situaciones vividas, la luz Envolvente (Or Makif) ejerce presión que es recibida por la pared o filtro que todos tenemos (Masaj) Este filtro que se percibe a través del ego nos permite mejor o peor dejar que la luz envolvente entre a formar parte de la luz interior. (Ver imagen) Yo a esto le llamo, exprimir la naranja para sacarle el jugo.
Cuando vienen periodos de grandes aprendizajes, lo que solemos llamar mala racha, es porque el alma está preparada para recibir más de esa luz, y se alista para tolerar más presión. Ahora bien, es la mente la que percive angustiante el suceso a través de ese filtro (Masaj). Tengan e cuenta que a ninguno nos sobreviene nada para lo que no estemos preparados, esto no es factible en el mundo espiritual, cada alma tiene su camino y los sucesos que vive son exactamente los que le conviene experimentar por su estado y nivel de consciencia.
La luz envolvente está compuesta por los grados de realidad infinita y de la voluntad superior que busca completar y llenar nuestra vasija receptora por completo para devolvernos a la luz en fusión infinita.
Hoy quiero que con este conocimiento que te comparto, llegues a ver desde otro ángulo tus problemas y tomes consciencia que en realidad todo lo que sucede está destinado a apoyar tu evolución.
¿Te imaginas cómo sería tu vida si consiguieras ver tus experiencias de otra manera?
¿Crees que estas te seguirían castigando o por el contrario, serías capaz de desbloquear otros niveles de consciencia para trabajar tu realidad y cambiarla?
Me encantará que puedas responderte favorablemente a esto.
Te abrazo fuerte.
Natalia Salinas.