Los aprendizajes que nos proporciona el desamor muchas veces son dolorosos y persistentes, pero también son una puerta de liberación para el Ser esencial que llevamos dentro.
Vivir esta etapa, aunque te cueste creerlo es el comienzo de una gran oportunidad es el final de un camino de incertidumbre y el principio de nuestra verdad.
El Desamor no deja de ser un duelo doloroso en el que despedimos de nuestra vida a esa persona con la que creímos que iba a ser posible compartir nuestra existencia, una etapa que nos enfrenta a debates internos y a emociones fuertes y densas.
Pero todo lo anterior también forma parte de la antesala de lo que puede llegar a ser un gran periodo de aprendizaje que nos conecte con nosotros mismos verdaderamente y ponga como prioridad el amarnos antes que nada y que nadie.
Se abre entonces una oportunidad de conocernos a través de la soledad en compañía de nuestro espíritu y llenos de nosotros mismos con todo lo que significa Ser quienes somos.
El Desamor duele, pero te catapulta a la verdad de lo que es y no has querido aceptar, te pone frente a aquello que no te has permitido ver, tu propia luz, porque es posible que tú vivas lleno de limitaciones y necesidades, pero tu alma sabe guiar tu camino, y propiciará tantas oportunidades para hacerte aprender cómo necesites.
Cuando el desamor te libera de la distorsión que te has creado, duele, es como si te arrancaran la esperanza y te desintegraran de aquello que creías ser…
¿Pero sabes?…nacer también duele, y es sin lugar a dudas el dolor que más necesitas para llegar a tener una existencia… Hoy el desamor teje para ti una nueva oportunidad de darte cuenta de que si hay alguien que necesitas verdaderamente, ese, eres TÚ, acompáñate, conócete y date el tiempo, el amor y la aceptación que has creído que te debía dar otro, agradece su paso por tu vida, porque hoy te está dando la oportunidad de comenzar el verdadero amor, ese que te debes a ti, ese amor que te hará encontrar mañana a otro ser completo que busque tu compañía desde el apoyo, las ganas de compartir evolución, y honrarse mutuamente sin que ninguno cargue con la mochila del otro.
Cuando dos seres que se aman a si mismos se encuentran, se encuentra el verdadero amor, ese que te elige no por lo que le falta o necesita sino por el placer de resonar juntos.